El ozono es una molécula tri-atómica compuesta por 3 átomos de oxígeno y que podemos encontrar en la naturaleza en la capa de ozono que nos protege de la excesiva radiación UV o en las tormentas eléctricas al disociar al oxígeno. Este proceso permite que el aire sea purificado después de la generación natural de esta molécula dejando ese típico «olor fresco».

El ozono fue descubierto en 1840, en 1857 se utilizó por primera vez para destruir microorganismos y con fines terapéuticos en 1870 a través de la invención de generadores de ozono. No fue hasta fines del Siglo XXI que se comenzó a aplicar en la odontología y actualmente es un requisito para poder ejercer una odontología mínimamente invasiva, más biocompatible y en muchos casos totalmente libre de estrés para el paciente, ya que no se siente ningún tipo de ruido o dolor tras su aplicación.

De la mano del uso del ozono está el Diagnodent, que es un sistema láser que permite detectar las caries en etapas iniciales, incluso antes de que se vean en las radiografías, esto permite tratar la caries con el ozono sin usar “el taladro dental”, en menos de un minuto la caries queda inactiva y el diente listo para remineralizarse.

En el caso de caries profundas, donde está indicada a veces la endodoncia, también es posible evitarla, ya que las caries que están muy cerca de la pulpa o “nervio” del diente se pueden detener con el ozono, protegiéndola, haciendo tratamientos más conservadores, económicos y totalmente biocompatibles.

En el caso de tratamientos de las encías, gingivitis y periodontitis es muy útil también, ya que destruye al contacto todos los microorganismo, virus, hongos y bacterias sin posibilidad de que hagan ningún tipo de resistencia, siendo el ozono la sustancia más potente para desinfección que existe en el campo de la medicina y a su vez es totalmente amigable con los tejidos, favoreciendo incluso la cicatrización y formación de tejidos de forma rápida y sana. Lo mejor de esto, es que el ozono entrega grandes cantidades de oxígeno a los tejidos, la sustancia más esencial para la vida y es por esto que es extremadamente seguro para el ser humano al aplicarlo correctamente.

En las extracciones dentales también es utilizada esta técnica con ozono, que provee alivio del dolor, menor inflamación, promueve la cicatrización, desinfecta y disminuye la probabilidad de formación de cavitaciones en el hueso.

Estos son sólo algunos usos del ozono en odontología, ya que se puede utilizaren aftas, herpes, sensibilidad dental, peri-implantitis, etc.

Dr. Augusto Cura C

Cirujano dentista

IAOMT